Desde mi primera exposición en el 2009 a la fecha mucho cambios han sucedido en mi vida. Los cambios de la economía europea, afectaron la empresa española en la que trabajaba y eso varias de mis decisiones. Cambié mi ciudad de residencia, y también de trabajo. La vida bogotana empezó a ser mía y ese cambio me sentó bien. Entré a trabajar en una de las mejores organizaciones colombianas. Allí mi perfil de diseñadora web, se convirtió en administradora web (webmaster). Me sentía cómoda, pero al mismo tiempo mi día a día se alejaba de la creatividad. Me sumergía en las líneas de código y eso con el tiempo empezó a marchitarme. Pasaron casi dos años y llegué a un dilema bastante complicado. Con un excelente ambiente de trabajo, no me gustaba lo que hacía. Después de un par de meses de pensarlo mucho y de no dormir bien decidí renunciar. Al salir sabía muy bien lo que no quería hacer, pero no tenía claro lo que quería. Era el año 2011.
Después de mi renuncia la vida me trajo situaciones tanto buenas como malas, y todas ellas hicieron su aporte, hasta que un día con la mente clara y luego de tomar más clases en una escuela de fotografía, me decidí que seguiría capturando fotos. Pero ese era solamente el inicio. La fotografía es todo un universo de posibilidades y yo debía definir por donde deseaba enfocarme. Al mismo tiempo que seguía haciendo macrofotografía, empecé a explorar en otras facetas labor que sigo haciendo hoy. He pasado por fotografía social, de bodas, de animales, de naturaleza, de eventos y muchas otras. Ahora en la que más me estoy enfocando es en la fotografía de viajes. En este campo nunca se termina de aprender, y creo que eso es lo que más me motiva de ser fotógrafa.
En el siguiente post, les comentaré cuales obstáculos he tenido en este mundo y cómo en mis inicios el hecho de ser mujer influyó. Nos veremos pronto. Feliz día.
