De vacaciones en mi ciudad natal en medio de un café y una buena conversación con un amigo, surgió mi segunda exposición de fotografía. El recurso para la nueva creación fue una obra literaria: La Odisea de Homero, y el espacio: la Casa del Libro Total. Un maravilloso espacio dedicado a la cultura abierto al público santandereano de manera gratuita y que se ha convertido en visita obligada para todo visitante a la bella Bucaramanga.
De regreso a Bogotá alternaba mis actividades diarias con la lectura del libro y el proceso creativo del cual surgiría la nueva exposición. Se fijó la fecha de inauguración y cuando ya tenía algunos bocetos y fotos de prueba, las ideas fluyeron más de prisa. Por aquella época vivían al frente dos vecinas muy queridas (madre e hija) quienes fueron un apoyo fundamental durante el proceso creativo. Rápidamente la sala y el comedor se convirtieron en un estudio donde todo el proceso central de captura de imágenes duró más de dos semanas, y que fue el tiempo durante el cual no se vio la luz del sol en su interior. Las actividades del día a día se vieron desplazadas para dar lugar a un montaje casi cinematográfico. Un conjunto de trípodes, flashes externos, luces de color, manejo de perspectivas y profundidades de campo, telas, papeles, pinturas, y cuanto recurso disponible fue usado para recrear pequeños escenarios y personajes de miniatura que dieron como resultado a "Odisea Macrofotográfica" la cual se compone de 24 fotografías a color y que son la misma cantidad de rapsodias de las que está compuesto el libro.
Enviado el material y aprobado por el curador, sólo restaba empacar maletas y viajar rumbo a la ciudad bonita. La parte interesante del montaje de esta exposición fue el novedoso formato en el que se hizo: parte digital, parte físico. Me sentía muy contenta por el resultado obtenido y por el incondicional apoyo de mis vecinitas. Nuevamente el exponer me abría un valioso espacio de comunicación con el público.
En mi próximo post les hablaré sobre un tema muy importante para todos los amantes de la fotografía, de las artes visuales y que a su vez hacen público su trabajo: los derechos de autor.
Para ver Odisea Macrofotográfica pueden dirigirse al sitio web: http://www.ellibrototal.com/ y poner mi nombre o verla en mi perfil de Pinterest, haciendo click aquí:
De regreso a Bogotá alternaba mis actividades diarias con la lectura del libro y el proceso creativo del cual surgiría la nueva exposición. Se fijó la fecha de inauguración y cuando ya tenía algunos bocetos y fotos de prueba, las ideas fluyeron más de prisa. Por aquella época vivían al frente dos vecinas muy queridas (madre e hija) quienes fueron un apoyo fundamental durante el proceso creativo. Rápidamente la sala y el comedor se convirtieron en un estudio donde todo el proceso central de captura de imágenes duró más de dos semanas, y que fue el tiempo durante el cual no se vio la luz del sol en su interior. Las actividades del día a día se vieron desplazadas para dar lugar a un montaje casi cinematográfico. Un conjunto de trípodes, flashes externos, luces de color, manejo de perspectivas y profundidades de campo, telas, papeles, pinturas, y cuanto recurso disponible fue usado para recrear pequeños escenarios y personajes de miniatura que dieron como resultado a "Odisea Macrofotográfica" la cual se compone de 24 fotografías a color y que son la misma cantidad de rapsodias de las que está compuesto el libro.
Enviado el material y aprobado por el curador, sólo restaba empacar maletas y viajar rumbo a la ciudad bonita. La parte interesante del montaje de esta exposición fue el novedoso formato en el que se hizo: parte digital, parte físico. Me sentía muy contenta por el resultado obtenido y por el incondicional apoyo de mis vecinitas. Nuevamente el exponer me abría un valioso espacio de comunicación con el público.
En mi próximo post les hablaré sobre un tema muy importante para todos los amantes de la fotografía, de las artes visuales y que a su vez hacen público su trabajo: los derechos de autor.
